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Es el habla, oral o escrita, adornada de los rasgos estéticos y prácticos que hace agradable la audición, en el terreno material de la elocución y en el intelectual del contenido o mensaje.
La elocuencia se cultivo con profusión en otros tiempos, en los que predominaba la transmisión oral más que la escrita. Todos los sectores culturales y sociales la promocionaron al máximo: el militar, el forense, el cultural.
Especial significado tuvo en los ámbitos religiosos en donde la oratoria, la retórica, la proclamación y declamación, el sermón y el discurso vieron en la elocuencia el modo de persuadir.
Las ideas son valiosas por sí mismas. Pero, encerradas en expresiones bellas, serenas y sólidas, resultan más claras, agradables y persuasivas.
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